Cerca de cien mil estudiantes, maestros e integrantes de otros gremios marcharon hoy en Chile exigiendo mejoras en la educación pública. La Policía se enfrentó con bombas lacrimógenas a los manifestantes que les lanzaban piedras, palos y objetos metálicos.
Hubo un intento de tomar la embajada de Brasil en Santiago, pues el edificio estaba enfrente de la sede principal de Ministerio de Educación, punto central de la marcha. Un piquete policial impidió que la toma se consumara.
Dos semanas atrás, una protesta similar convocó a no menos de 70.000 personas. El gobierno de Sebastián Piñera ha estado enfrentado en el último mes a masivas protestas de maestros, estudiantes, ambientalistas y homosexuales.
Catedráticos, estudiantes y rectores de las 25 principales universidades del país rechazaron una propuesta del ministro de Educación, Joaquín Lavín, por “insuficiente”. El Gobierno había ofrecido un aporte de US$75 millones para esas casas de estudio, pero no dio respuesta a demandas como la creación de una superintendencia de educación y terminar con el lucro en el sistema.
Colegios capitalinos de enseñanza media están ocupados por sus estudiantes. Tras fracasar el diálogo con los dirigentes estudiantiles, las autoridades educativas decidieron anticipar las vacaciones de invierno y extender hasta enero el año escolar, que acaba en diciembre.
Los manifestantes marcharon por la céntrica avenida Bernardo O’Higgins pasando por la parte posterior de la sede gubernamental de La Moneda, custodiada por centenares de policías antimotines. “La educación tiene que volver al poder del Estado y no de las municipalidades y se debe terminar con el lucro”, coreaban los estudiantes.
Hubo un intento de tomar la embajada de Brasil en Santiago, pues el edificio estaba enfrente de la sede principal de Ministerio de Educación, punto central de la marcha. Un piquete policial impidió que la toma se consumara.
Dos semanas atrás, una protesta similar convocó a no menos de 70.000 personas. El gobierno de Sebastián Piñera ha estado enfrentado en el último mes a masivas protestas de maestros, estudiantes, ambientalistas y homosexuales.
Catedráticos, estudiantes y rectores de las 25 principales universidades del país rechazaron una propuesta del ministro de Educación, Joaquín Lavín, por “insuficiente”. El Gobierno había ofrecido un aporte de US$75 millones para esas casas de estudio, pero no dio respuesta a demandas como la creación de una superintendencia de educación y terminar con el lucro en el sistema.
Colegios capitalinos de enseñanza media están ocupados por sus estudiantes. Tras fracasar el diálogo con los dirigentes estudiantiles, las autoridades educativas decidieron anticipar las vacaciones de invierno y extender hasta enero el año escolar, que acaba en diciembre.
Los manifestantes marcharon por la céntrica avenida Bernardo O’Higgins pasando por la parte posterior de la sede gubernamental de La Moneda, custodiada por centenares de policías antimotines. “La educación tiene que volver al poder del Estado y no de las municipalidades y se debe terminar con el lucro”, coreaban los estudiantes.
Detrás de todo este proceso de protestas, o corriente de personas caminando inconformes con lo que ellos definen “falta de Libertad de expresión”, están los grandes dueños de las universidades privadas. No es de extrañar que cuando el Presidente Chávez anuncia un masivo plan de creación de nuevas universidades públicas, los rectores de las viejas estructuras de estudio comiencen a manipular a los estudiantes para que salgan a la calle a defender la supuesta falta de libertad de expresión. Saben muy bien estos personajes que con la creación de nuevas universidades públicas --y no privadas-- se les cae el multimillonario negocio de la educación privada. Sería interesante saber cómo hacen lobby político algunos rectores de universidades privadas en el Consejo Nacional De Universidades, para que se apruebe la apertura de nuevas carreras universitarias. Como todo lo que pasaba en este país, lo que era de interés para los altos niveles de gobierno y los grupos poderosos tenía que generar grandes masas de dinero de ganancia. Al volverse rentable económicamente, y de paso preservar para estos mismos grupos la formación de las futuras elites que garantizarían el mantenimiento del orden social que las colocaba en un lugar privilegiado, la educación superior fue privatizándose. Es por esto que los rectores están preocupados por perder la alta rentabilidad económica, social y política que ha sido puesta en jaque por la creación de nuevas carreras y universidades.
Es por esto que hay que emplazar públicamente a estos rectores y estudiantes, que están en contra de las decisiones soberanas que se han ido tomando y que se seguirán tomando, para que digan qué intereses reales defienden, los de algunas familias o las de un pueblo que ha decidido romper con la dictadura y la hegemonía del neoliberalismo. Estos sectores del gran capital no permiten ni siquiera discutir estos temas porque para estos sectores, ellos sí tienen la verdad absoluta, y nosotros que somos mayoría no podemos, según ellos, expresarnos. Pero llegó la hora de la batalla de ideas, bienvenida sea en cualquier espacio.
Que algunos sectores de la educación estén marchando por lo que ellos creen es la violación de su libertad de expresión, no les da el derecho a negar e ignorar a que otros sectores de la población, por cierto mayoría, piensen y sientan que está naciendo una nueva etapa en la democratización de todos los espacios. Esto demuestra nuevamente que la revolución Bolivariana busca el mayor beneficio para sus habitantes. Con la creación de nuevas universidades y una nueva televisora, lograremos que en el país, todos los habitantes tengan la libertad de decidir y de expresar lo que quieren ver y estudiar.
Es por esto que hay que emplazar públicamente a estos rectores y estudiantes, que están en contra de las decisiones soberanas que se han ido tomando y que se seguirán tomando, para que digan qué intereses reales defienden, los de algunas familias o las de un pueblo que ha decidido romper con la dictadura y la hegemonía del neoliberalismo. Estos sectores del gran capital no permiten ni siquiera discutir estos temas porque para estos sectores, ellos sí tienen la verdad absoluta, y nosotros que somos mayoría no podemos, según ellos, expresarnos. Pero llegó la hora de la batalla de ideas, bienvenida sea en cualquier espacio.
Que algunos sectores de la educación estén marchando por lo que ellos creen es la violación de su libertad de expresión, no les da el derecho a negar e ignorar a que otros sectores de la población, por cierto mayoría, piensen y sientan que está naciendo una nueva etapa en la democratización de todos los espacios. Esto demuestra nuevamente que la revolución Bolivariana busca el mayor beneficio para sus habitantes. Con la creación de nuevas universidades y una nueva televisora, lograremos que en el país, todos los habitantes tengan la libertad de decidir y de expresar lo que quieren ver y estudiar.
"Señor presidente Piñera los jovenes desean poder ir a la universidad" (desean una universidad que sea gratuita igualmente algunos Institutos) los padres chilenos merecen una mejor oportunidad para sus hijos
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